miércoles, 29 de septiembre de 2010

Instalación de gas 1. Doblar tubos de gas. montar acometida de gas butano.


INSTALACIÓN DE GAS BUTANO



Ya hemos visto algunos trabajos con la instalación de gas: sustituimos una hornilla de gas y os enseñé a realizar la conexión de gas.

En este caso, vamos a hacer la parte complementaria: tenemos una cocina que se va a reformar y hay que hacerle la instalación de gas: tenemos un hueco para la bombona de butano, que ha de alimentar la hornilla de la cocina –que será mixta, con quemadores eléctricos y a gas- y el calentador de agua, también a gas.

Vamos a dividir el trabajo en tres partes: preparación del tubo, Fijación de llaves y fijaciones; y soldadura y repaso de la instalación.

Así que hoy veremos la primera parte.


Lo primero es tomar medidas de la longitud de tubo de cobre para gas que precisamos y estudiar la cantidad de fijaciones para el tubo, racores y llaves que necesitamos.

También precisaremos material para soldar tubos de cobre.


Eso sí, debemos hacer las mínimas soldaduras posibles, con lo que el tubo no debe llevar codos soldados. Debemos ir doblándolo para adaptarlo a los recovecos de la pared para que vaya enterizo. Así solo lleva soldado los extremos.


Antes de doblar el tubo, hay que dejarlo totalmente recto.


De todos modos, veréis que es un tubo muy blando: viene en un rollo y podemos enderezarlo fácilmente con las manos.


Para lograr un enderezamiento más controlado, podéis haceros de una tablita de 15 ó 20mm de grosor a la que le haréis un agujero con una broca de 10mm. Si metemos el tubo por ese orificio, podemos hacer mucha fuerza para enderezarlo cogiendo la tablita por el extremo. Y os estoy hablando de una tabla de 20 ó 25cm de largo, que no hace falta un listón de 200cm, jejejejeej.


También este sistema puede ayudaros en los dobleces, pero cuidado, que si dobláis demasiado cerrado, el tubo se aplastará si no usáis muelle.



Para doblar los tubos, dispongo de un aparato que realiza el trabajo con relativa facilidad. También existen unos muelles que se enroscan por la zona externa del tubo y que impiden que al realizar el doblez, el tubo se estreche en la zona de flexión y se quede aplastado.


En mi caso, disponía del doblador de tubos y es lo que he usado, aunque hay que reconocer que cuesta un poco cogerle el tranquillo y si disponéis de alguien que os ayude, os facilitará mucho el trabajo.



Aquí vemos el doblador con el tubo insertado y listo para su doblez. Bastaría bajar la palanca del doblador, que vemos que tiene mucho brazo de potencia, y el tubo quedaría rápidamente doblado al ángulo que deseemos, normalmente de 90º.


El doblador tiene dos defectos, desde mi punto de vista: el primero es que hay que cogerle el tranquillo para lograr que los dobleces salgan a la medida deseada. Conviene practicar con varios dobleces antes de meterle mano al tubo “bueno”, el que vamos a emplear.


En segundo lugar, cuando vamos a doblar un trozo pequeño, es difícil sujetar el tubo y a veces se desplaza a la par que vamos aplicando fuerza a la palanca, con lo que sale el doblez mucho más cerca del extremo de lo deseado…

Para eso conviene que nos hagamos con un trozo de cordel de cáñamo o algodón (los sintéticos son más resbaladizos) y sujetar bien el tubo al soporte del doblador para que no se mueva en el proceso. Cuantas más vueltas demos y más apretadas, menos se moverá.

Una vez realizado el doblez, bastaría desatar y seguir con los dobleces.


El muelle no he llegado a emplearlo y eso que lo tenía a mano. Para que os hagáis una idea es un muelle de unos 20cm de largo y el diámetro interno es de 10mm, el del exterior del tubo de cobre. Se mete el tubo por la parte más ancha del muelle y desplazamos el muelle hasta donde queramos doblarlo. Realizamos el doblez a mano con cuidado de que no sea un ángulo muy cerrado y después podemos ir sacando el muelle girándolo, pues queda muy ajustado.


Si algún doblez no os convence, podéis tratar de enderezar ligeramente el tubo por donde os hayáis pasado e iniciar el doblez un poco antes, hasta lograr la medida deseada.



No penséis que después cuando pongáis las fijaciones, éstas llevaran el tubo a su sitio. Mejor lograr un ajuste lo mejor posible.



Y hablando de ajustes y fijaciones: cuando hagáis los dobleces, recordad que las fijaciones mantienen el tubo ligeramente separado de la pared. Estudiad vuestras fijaciones para medir esta distancia y así no llevaros después un disgusto.



El trozo de tubo inicial –o final, según se mire-, el que va del calentador del agua a la primera llave de corte de gas, lo hemos doblado a mano, ya que es un trozo pequeño y si se estropea al doblarlo, se puede sustituir fácilmente. Digamos que nos sirve de ensayo para ir empezando con el proceso de doblado del tubo.


En el próximo post seguiremos con las fijaciones del tubo y de las llaves de paso de gas.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Colocar halógenos. Luces halógenas empotrables. Lámparas halogenas

INSTALACIÓN DE FOCOS HALÓGENOS



Amig@s: normalmente suelo basar todos mis post en las tareas que realizo en casa o en la de algún familiar o amigo… Pero se me ha presentado el caso de unos amigos de mi mujer que quieren poner unos halógenos en casa y me han pedido ayuda por internet…

Así que aunque no tengo en casa ningún halógeno instalado, voy a explicaros cómo hacerlo. Es muy sencillo y por eso no es preciso que veáis montones de fotos… Por otra parte, me ha parecido un tema muy interesante y que puede servir a muchas personas interesadas en este tipo de iluminación para sus hogares.



Para empezar deciros que los halógenos, como todo, tienen sus ventajas e inconvenientes: dan una luz muy clara y bien distribuida, pero con la desventaja que dan mucho calor y consumen mucha más electricidad que las luces de bajo consumo.


Tienen una alternativa: unos focos muy similares a los halógenos, que de hecho se pueden montar en una instalación anterior de halógenos y que son tipo led, con lo que consumen poco y dan poco calor, aunque tengo entendido que son más caros a la hora de adquirirlos. De todos modos, duran mucho tiempo.


Pero ahora nos centraremos en los halógenos: Lo primero es fijarnos en el tipo de techo que tenemos en casa. Si vuestra casa es moderna, lo más probable es que tenga un falso techo de escayola.

O sea, que bajo el verdadero techo, hay un espacio hueco y lo que vemos es en realidad una lámina de escayola. Esto ayuda a aislar térmica y acústicamente la vivienda… ¡Y nos permite montar los focos halógenos!

Estos focos van encastrados en el techo y conectados con cables a un transformador que a su vez se conecta a un punto de luz….


Si no tenemos falso techo de escayola, es mejor que desistamos de la idea de poner focos encastrados… Podemos poner otro tipos de halógenos, que los hay de muchos tipos y modelos… Pero no empotrados, ya que eso supondría tener que hacer arrebolas y agujeros por todo el techo y no nos compensaría. Al final del post os explico brevemente un sistema alternativo caso que vuestro techo no sea hueco.

Pero si es vuestro caso, lo primero es planificar la distribución de estos focos.

Es importante que tengan una separación entre sí de un metro aproximadamente como mínimo… y entre los más próximos a cada pared y ésta, debe haber una distancia de medio metro.


Lo mejor es que dibujéis en un papel el techo a escala y hagáis la distribución según la cantidad de focos que queráis poner.


Seguidamente, pasamos las medidas al techo y realizamos las perforaciones. Para ello, podemos usar el viejo truco de ir haciendo muchos taladros pequeños en la parte interna del círculo a perforar hasta lograr sacar el trozo y después dar un repaso con una lima para eliminar imperfecciones. Sería buena cosa, antes de realizar cada agujero, comprobar con un detector que no haya cables en la zona. Para marcar el círculo, podéis usar un vaso, bote de pintura o similar que tenga el diámetro del agujero que precisa el foco.

Otra forma más profesional de hacer los agujeros, sería usando un taladro y una broca de corona del diámetro adecuado a nuestros focos. Pondremos el taladro a velocidad lenta y bien perpendicular al techo. Basta marcar el punto central del orificio, apuntar ahí con la broca guía que trae la broca de corona y perforar. En otro post os hablé de estas brocas de corona.

A parte del agujero que realizaremos para cada foco, hemos de hacer otro en un punto próximo al lugar de donde vamos a realizar la toma de la corriente.



En este orificio meteremos el transformador que necesitan los halógenos y que irá apoyado en el falso techo de escayola, fuera de la vista.


Ahora sólo resta realizar las conexiones eléctricas: pasamos dos cables del agujero del transformador a cada foco.

Es muy, muy interesante si antes de cable, pasamos un trozo de tráquea o tubo corrugado de un agujero al siguiente, con vista a que los cables no vayan “desnudos”. Cuando cerremos los orificios con los focos, todo quedará oculto y los cables pueden sufrir algún deterioro con el paso del tiempo.

Así quedan protegidos.


Es particularmente importante hacer esto en los cables que llevaran la corriente de 220V. O sea, de la caja de empalmes al transformador.

Podemos facilitar la tarea de meter los cables por la tráquea si unimos entre sí las puntas con cinta aislante.


Conectamos los cables a la base del foco y metemos la base en su orificio: normalmente, traen unas patillas que se cierran ligeramente y al introducirlas en el agujero se abren, dejando la base fija. Otros sistemas funcionan presionando directamente el soporte contra el agujero: las patillas se abren con la presión y al entrar se vuelven a cerrar.



Conectamos los cables al transformador y en la parte opuesta del transformador conectamos los tres cables (fase, neutro y tierra) que habremos unido en alguna caja de empalmes de electricidad próxima. ¡Ojo, tened la precaución de apagar la luz de la entrada de la casa de antes de realizar las conexiones!

Colocaremos una lámina de corcho blanco bajo el transformador. Así evitaremos ruidos y vibraciones. Y para fijarla al transformador, podemos usar un par de tiras de cinta aislante. Eso si, fijaos primero que tenga juego para que ambas piezas puedan entrar juntas en el orificio de la escayola.

Un inciso: hay halógenos que van conectados directamente a la red, sin necesidad de transformador. Suelen ser de un tamaño algo superior a los que precisan el transformador.

Para colocar las bombillas en los soportes, hemos de tener en cuenta que quedan fijadas por un resorte circular. Para colocar este resorte, debemos presionarlo ligeramente mientras lo colocamos. Finalmente, introducimos la bombilla fijándonos que las patillas de ésta encajen en los orificios correspondientes.

Ya solo queda colocar los embellecedores en los focos… ¡Y conectar la electricidad, que si no, no funcionará!

Evidentemente, la conexión que os he explicado sería de un solo foco… si queréis poner más, podéis unirlos todos a una clema del grosor suficiente y de ésta, sacar los dos cables que irán al transformador. Aseguraos, eso sí, que vuestro transformador tiene capacidad suficiente para alimentar el número de focos que vais a montar.


Si precisarais poner más de un transformador, podéis sacar otra toma de electricidad para un segundo transformador de la toma del primero: de la red irían los tres cables a la clema del transformador y en ésta misma clema conectaríamos otros cables que irían al segundo, tercero…

No os hablo de la forma de realizar las conexiones a las clemas, porque lo hemos visto ya en innumerables post. Como el de instalar ICP.


Como os decía, si vuestro techo no es hueco, un sistema alternativo sería poner un sistema de carriles: son dos cables que se colocan paralelos entre sí –a modo de carriles- y en ellos van atornillados los focos. Para su montaje ponemos unas alcayatas en la pared, cerca del techo, para fijar en ellos los alambres o cables. Éstos tienen un uno de los extremos un tensor para lograr que queden lo suficientemente tirantes y que no descuelguen o alabeen con el peso de los focos.



Seguidamente, atornillamos con firmeza los focos a los cables en su posición. Los tornillos perforaran la funda del cable en un punto y harán contacto con el cable.


Finalmente, fijamos a la pared el transformador mediante unos tacos y tirafondos y conectamos los cables que soportan los rieles al transformador. El transformador se enchufa directamente en algún enchufe próximo.




Y si no os gusta el sistema de carril, hay muchos modelos de lámparas que son halógenas y bastará fijarlas al techo o pared como cualquier lámpara.



Suelen llevar el transformador integrado, de modo que la conexiónsería idéntica a la de cualquier lámpara convencional.

Deciros finalmente, que las lámparas halógenas se calientan mucho, evitad tocarlas hasta que se hayan enfriado.


Las Bombillas son muy delicadas y no debemos tocarlas con los dedos o dejaríamos una película de grasa que las estropearía. Usad un trapo o papel para colocarlas.

Si es imprescindible tocar las bombillas, tomad la precaución de limpiarlas a fondo después con un trapito con alcohol.

Más información:

pasarlascanutas

lunes, 20 de septiembre de 2010

Reparar desperfecto de muro. Enfoscar una esquina. Restaurar pared

REPARACIÓN DE MURO ROTO


La albañilería es un tema que me apasiona y sin embargo, hemos tocado relativamente pocos temas.


Ciertamente hemos puesto algún azulejo, hemos enfoscado un trozo de pared para su alicatado, Practicado un agujero para la salida del aire acondicionado, Perforado unos azulejos para las tomas de agua, Hacer o tapar arrebolas o rozas… Pero nunca habíamos tratado en un post cómo reparar un desperfecto relativamente serio en un muro.


Esta pared tiene un acabado con mortero hidrófugo. Este material se caracteriza por ser mucho más frágil que el mortero convencional. Viene a ser como cemento cola. Es quebradizo y mucho más blando que el auténtico mortero o la mezcla.


Por otra parte vemos que se trataba de una capa relativamente fina y que estaba cogida sobre la tela asfáltica del remate de la parte superior, lo que explica que no hubiese agarrado bien.


Vamos realizar esta reparación con mortero blanco. Muy similar al mortero hidrófugo con el que está revestida la pared. En este caso tiene la ventaja que casi ni necesitará pintura, pues su acabado es totalmente blanco y no necesitará pintarlo hasta que lo precise el resto de la pared. Aunque si tenemos pintura del mismo tipo, podemos darle un repaso.


Pero empecemos el trabajo:



Añadimos en el capazo un poco de agua y vamos añadiendo mortero hasta lograr que quede espeso, con una textura similar a una buena mezcla.

Vemos que se adhiere bastante bien al palustre, lo que facilitará la tarea al pegarse también a la zona que tiene tela asfáltica.


Para lograr que quede el borde superior de remate más recto y derecho, ponemos una regla.


En este caso un trozo de tubo de hierro, que fijamos con una cuña contra un hierro que coincide justo en la parte superior. Desgraciadamente, en la foto no se aprecia muy bien porque el hierro está pintado de negro...


Pero la regla es simplemente eso: un listón de madera o un tubo o pletina de hierro o aluminio que hacen de molde o guía para lograr una superficie totalmente recta y perfecta una vez la hayamos retirado.



Vamos rellenando con el mortero.


Para lograr hacer bien el canto vertical, podemos usar otra regla que podemos fijar con un poco de yeso, o bien con unos listones o unas gavillas metálicas que se apoyen contra la regla.

En este caso es un trozo muy pequeño y podemos usar una llana como regla o incluso hacerlo a ojo.



Como este material tarda en endurecer y está puesto sobre una superficie que apenas va a chupar la humedad del mismo, tardará aún más en fraguar, por lo que dejamos una primera mano que deje la superficie casi enrasada y lo dejamos reposar un buen rato.


En una segunda pasada, podemos terminar de rellenar las zonas donde falte y “cortar” con el palustre las posibles panzas que hayan quedado al descolgarse ligeramente por las zonas inferiores.


Podemos dejar endurecer un poco más y después emparejamos todo con una esponja humedecida, que logrará dar una textura similar al resto de la pared y dejar perfectamente enrasada la zona restaurada con la vieja.


En este caso, hemos cometido un error: este mortero se pega tanto que se ha quedado fijado a la regla y al retirarla, se ha traído parte de lo que habíamos reparado. No pasa nada, errar es de sabios... Y en el tallerdecarlos.com ¡Todo tiene arreglo!


Asi que esperamos que seque del todo y volvemos a poner la regla, esta vez cubierta con un plástico. Preparamos un poco más de mortero, muy poco, y repetimos rellenando las zonas con desperfectos.



Esta vez podemos retirar la regla cuando haya empezado a endurecer y finalmente, el plástico, que al poder retirarlo poco a poco, ya no se traerá consigo el mortero.


Es un trabajo que se puede hacer en muy poco tiempo y hemos reparado el feo desperfecto que tenía el muro.


Si al secar apareciese alguna pequeña grieta, podemos dar una pasada con la esponja y un poco de mortero aguado. Éste penetrará en la grieta y el acabado será perfecto.


A partir de ahora, ya no tendremos que andar tras los albañiles de las obras para conseguir que vengan a casa para un trabajo, que si no nos lo cobran por ser de escasa envergadura, nos dará apuro por ello y que si nos lo cobran, será costoso para un trabajo tan pequeño…. Ya estamos en condiciones de hacerlo nosotros mismos y ahorrarnos un dinerillo.


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miércoles, 15 de septiembre de 2010

Roldana que no gira bien. Limpieza o cambio de roldana de desviador trasero. Ajustar desviador trasero de bici. Roldana que tironea de la cadena


Mantenimiento de bici: Roldanas

Amig@s: Vamos a seguir con el mantenimiento de la bici. Yo suelo retirar el polvo del cuadro y ruedas con frecuencia.

Y siempre, tras cada salida, le limpio la cadena y le repongo el aceite con vistas a prolongar su vida y la de todos los mecanismos del cambio de velocidades: piñones, platos, roldanas….

De vez en cuando, suelo darle una limpieza más a fondo en la que aprovecho para hacer algún ajuste que sea preciso….Eso hice ayer mismo.

Pero para mi sorpresa, vi que la roldana inferior renqueaba dando pequeños tirones de la cadena.


Busqué y busqué por Internet (uno tampoco es un mecánico profesional) y no encontré respuesta para mi problema.


Solo encontré dos posibles causas de la avería (que menciono por si es vuestro caso): que un eslabón de la cadena se hubiera quedado agarrotado y cada vez que el eslabón pasa por la roldana, lógicamente la cadena sufre un movimiento al no adaptarse a la forma de la roldana. La otra posibilidad sería que se ha doblado la patilla del cambio que soporta la roldana y en consecuencia la roldana está desalineada.

La primera opción no era válida, porque la roldana se enganchaba a cada vuelta de la misma, mientras que si se tratase de un eslabón de la cadena trabado, lo haría a cada vuelta de cadena y no con tanta frecuencia…

Respecto a lo segundo, la bici ha sufrido los traqueteos propios de una bici en uso, pero ningún golpe que provoque la deformidad de la patilla. Aparte que se ve bien derecha.


Otra posibilidad que ya había barajado porque sí me ha ocurrido, es que no esté bien ajustado el cambio trasero. Al estar el desviador mal ajustado, la roldana superior no está debidamente alineada con su piñón, el piñón roza la cadena como si estuviese a punto de salirse y hace un ruido muy molesto. A veces simplemente es la roldana la que suena indicando este desajuste… Pero en este caso el cambio está bien ajustado y es la roldana inferior la que va mal.


Así que puede ser que la roldana esté desgastada o sucia. Como nunca había realizado el despiece de esta pieza en mi bici, vamos a proceder.


Vemos que la roldana está fijada al extremo de la patilla por un tornillo-pasador que se desatornilla con una llave allen. Lo aflojamos y retiramos cuando sea posible, con cuidado de que la roldana no salga disparada por la tensión de la cadena sobre ella. Os repito que es tornillo y pasador, de modo que sólo va enroscado en la punta. Basta unas vueltas para poder sacarlo tirando de la cabeza.


Vemos gran cantidad de suciedad acumulada en la zona donde se une la roldana y la patilla del desviador: pelos, aceite seco mezclado con tierra y arena… De ahora en adelante, deberemos retirar esta pieza regularmente para su limpieza y buen funcionamiento.

La roldana, al menos en este caso, es de color negro y yo creía que era una pieza de acero super endurecido y de ahí su color… para mi sorpresa veo que es de plástico (foto inicial).



No es más que una pieza dentada de plástico con un tubito metálico en el centro y sobre el que se apoyan dos arandelas. El tubito y las arandelas son las que hacen el rodamiento, mientras que la pieza de plástico simplemente guía la cadena.


Limpiamos exhaustivamente las piezas haciendo hincapié en el interior de las arandelas y en las muescas que tiene la pieza dentada, que es donde tiende a acumularse más suciedad y puede impedir que las arandelas asienten debidamente en el tubito metálico. Aprovechamos para poner un poco de aceite en su interior.



Por supuesto, también limpiamos las patillas del cambio, especialmente en su interior. Es tontería limpiar bien la roldana y dejar la gruesa capa de aceite, tierra y arena que pueden perjudicar o hasta desalinear la roldana.


Montamos la roldana en sentido inverso al de montaje. Yo no he necesitado ni abrir la cadena. Eso sí, tened la precaución de que la cadena pase por el lado adecuado de la roldana y fijáos si vuestra roldana tiene posición: algunas son asimétricas y tienen que estar bien orientadas. En tal caso, Suele estar indicado con una L (left=izquierdo) o R (right=derecho).

Vemos que el problema se ha solucionado parcialmente: la cadena renquea un poco, aunque no tanto como antes… algo hemos hecho bien.

Pero ya puestos, vamos a desmontar la otra roldana. No creo que se deba a eso, pero si la anterior tenía tanta suciedad, no le vendrá mal una limpieza…



En este caso el acceso es algo más complicado, porque si no queremos desmontar la cadena ni el desviador, deberemos mantenerlo totalmente estirado y con el juego de plato/piñón que nos permita estirarlo mejor. Pero finalmente, logramos apañarnos para retirar el tornillo-pasador.



Vemos que junto con la roldana, sale una “arandela” de pelos en cada lado de la roldana… mal asunto.

Procedemos con su limpieza exactamente igual que en la anterior y la montamos… Bueno, y la desmontamos de nuevo porque se nos ha olvidado meter la cadena antes de poner la roldana ¡Un fallo lo tiene cualquiera!



Vemos que es realmente un poco más complicado, Pero la patilla gira sobre la parte inferior y podemos meter la roldana frontalmente y después poner la patilla trasera para fijar la roldana. Con cuidado metemos el pasador y ya solo tenemos que preocuparnos de que el orificio de la parte movible de la patilla (lado izquierdo de ésta) quede alineado con el tornillo.


Apretamos y repasamos también el apriete de la roldana inferior… y vemos que el problema se ha resuelto. Ya gira perfectamente sin saltar la cadena o la roldana… De no ser así, probablemente se hubiera arreglado cambiando la roldana por otra nueva.


En poco tiempo hemos logrado dejar la bici en perfecto estado evitando una posible avería que hubiera obligado a sustituir las roldanas… o algo más. Y hemos aprendido un poco más del mantenimiento de nuestra querida bici.



domingo, 12 de septiembre de 2010

Poner soporte para TV. Poner tele en pared. Soporte televisor

COLOCAR SOPORTE DE PARED DE TV

Amig@s: Nos hemos comprado un televisor moderno, cosa muy frecuente por la instauración de la televisión digital, que hace que muchos opten por sustituir sus viejos televisores por los modernos que llevan TDT incorporados. Además ahora se han abaratado bastante los precios.

Pero tenemos un problema: tenemos un televisor enorme que va puesto sobre una mesa…. Bastaría un empujón para que se volcase (os recuerdo que tengo dos niños pequeños, no es por nada, jejejeje). Vamos a optar por ponerlo en un soporte de pared que le dará mucha mayor estabilidad.

Puede parecer sencillo… Pero hay que seguir ciertos pasos y tener ciertas precauciones, por lo que he decidido poner este post por si alguien quiere hacerlo.

Este soporte viene a ser una chapa que se atornilla en la pared.

Y por la parte de la tele, se le ponen dos pletinas metálicas con un sistema que permite liberar fácilmente la tele cuando se desee para su limpieza o revisión y sin embargo, la deja muy bien fijada a la chapa de la pared.

Vamos por partes: primero colocaremos las pletinas que se fijan a la parte trasera de la tele.

Vemos que la tele tiene cuatro orificios para este fin.

Y en el kit viene una bolsa con varios tipos de arandelas plásticas, metálicas y tornillos de varios grosores y longitudes ¿para que tanta parafernalia? Pues sencillamente, para escoger el que se adapte a nuestro televisor.

Evidentemente, hay que escoger el del grueso adecuado a los orificos que trae la tele y de longitud, hay que escoger uno que no sea demasiado largo. Estamos hablando de una televisión delgada y dentro tiene un circuito integrado que podemos romper si metemos un tornillo demasiado largo.

En nuestro caso, hemos escogido el más corto, pero aún así vemos que sobra un buen trozo. Para eso están las anillas o arandelas de plástico. Vienen en dos grosores. Nos viene bien la más delgada.

Ahora quitamos el embellecedor de las pletinas y vemos que éstas están multi-perforadas para escoger los orificios que mejor nos vengan.

Basta poner las dos pletinas simétricas, poner la arandela de plástico, una arandela metálica y atornillar el tornillo.

Seguidamente, ponemos de nuevo los embellecedores y ya tenemos esta parte montada.

Ahora vamos por la chapa que va a la pared.

Ésta viene en dos piezas que hemos de unir con dos tornillos con sus tuercas.

Apretamos con firmeza y La colocamos en la tele para tomar la medida desde la base de ésta hasta la parte inferior de la chapa.

Así sabremos a qué altura debemos poner la chapa para que la tele nos quede a una altura adecuada.

Es una pantalla bastante grande y si la ponemos demasiado alta, tendremos que ver la tele mirando hacia arriba, así que procuramos que quede un poco por encima de la altura de una mesa, para evitar que si ponemos algún objeto sobre ésta, nos oculte la pantalla.



El kit trae un nivel que se fija en el centro de la misma chapa para poder ponerla bien horizontal.

La planteamos en la pared y marcamos los orificios.

Perforamos con el taladro.

Yo prefiero empezar con una broca más fina que la que hace falta y no usar percusión hasta que la broca haya entrado bastante. Así el orificio sale mejor situado. Después procedemos con la broca definitiva, también sin percusión inicial

Y metemos los tacos.

Ya solo queda poner la chapa y atornillarla.

Colocamos la tele de modo que la parte superior de los enganches de las pletinas queden sobre la chapa de la pared. Apretamos un poco por debajo para lograr cerrar las pestañas inferiores y ya tenemos la tele colocada. Para retirarla, bastaría tirar de unas lengüetas que accionan los cierres inferiores de las pletinas y así ya podemos separar la tele por la parte inferior y después se puede levantar y sacar.

En nuestro caso, al poner la tele se nos ha soltado una de las pestañas inferiores. Si os ocurre esto, no os pongáis nerviosos ni tratéis de montar la pestaña tal cual: debéis retirar la pletina para acceder bien por las dos partes de la misma. Basta retirar dos tornillos, no es ninguna barbaridad y si no estáis seguros de cómo va colocado el muelle y el pestillo, podéis desmontar la otra pletina para observar su montaje. Se vuelve a colocar y listo, ya podemos ver la tele.


domingo, 5 de septiembre de 2010

ventilador de ordenador. Soporte para ventilador. reciclar ventilador de ordenador


UTILIDADES Y SOPORTE DE VENTILADOR DE ORDENADOR



Ya vimos como un viejo ventilador de ordenador desechado podía ser reparado fácilmente y así poder usarlo en el ordenador… o fuera del mismo.


Podemos incluso hacer un trabajo completo de reciclado, porque podemos usar un ventilador recuperado de la forma que describí antes.



Y como alimentador podéis usar un viejo cargador de móvil que ya no uséis –por ejemplo- Es un poco difícil que encontréis un cargador de móvil que tenga una corriente de salida de 12V DC, pero sí es mucho más frecuente encontrarlos de 9V DC y éstos sí pueden usarse perfectamente.


Podéis buscar una clavija como la de vuestro cargador, pero tipo hembra y soldarla a los cables del ventilador. Así podéis desmontarlo fácilmente.

O bien, simplemente cortar la clavija del cargador y pelar los cables.


Se empalman con los correspondientes del ventilador, se cubre con cinta aislante ¡y a funcionar! Eso sí, antes de encintar, probadlo, pues al funcionar con corriente continua, tiene polaridad. Si no funciona, basta invertir los cables.


Estos ventiladores vienen muy bien para refrigerar aparatos que tienen a recalentarse.


En mi caso, tenía un viejo soldador al arco que se calentaba mucho y tendía a auto desconectarse, haciendo cualquier pequeño trabajo de soldadura interminable…


Bastó colocarle en el lugar adecuado –unas rendijas de ventilación- un ventilador de ordenador reciclado conectado mediante un alimentador del voltaje adecuado… y pude hacer trabajos de soldadura de forma ininterrumpida. Eso sí, si vais a conectar el ventilador de esta forma, mediante un alimentador, aseguraos que el voltaje del alimentador es igual o inferior al voltaje de trabajo del ventilador, o se quemará enseguida.


También podéis usarlo para cualquier aparato que carezca de ventilador o que teniéndolo se recaliente bastante, es susceptible de recibir ventilación extra.

También podemos mejorar el rendimiento del ventilador ya al mismo tiempo hacerlo más estable y seguro haciéndole un soporte.



Aquí os muestro un ejemplo: un soporte para el ventilador hecho con cartón y cinta de precintar cajas que recoge el aire y lo manda con fuerza hacia la salida.


Es muy práctico para refrigerar aparatos como amplificadores de música, reproductores de DVD´s, discos duros externos, vuestro mismo portátil cuando lo uséis en casa en verano….


Este soporte se puede hacer en diez minutos y podemos darle el tamaño o diseño que más nos convenga.


Para hacerlo, debemos tener una idea de lo que pretendemos hacer. Es buena cosa hacer un dibujo en un papel con el diseño.


Conviene que el cartón sobresalga por delante y por detrás del ventilador, así se minimiza el riesgo de que las aspas puedan rozar con algo y quedarse trabadas.


Finalmente, debemos diseñar la forma de la salida de aire: podemos hacerla vertical, horizontal, hacia arriba, hacia abajo… Según el aparato que queramos refrigerar. Si lo que pretendemos es refrigerar una superficie relativamente grande, no sería necesario darle ninguna forma especial al cartón, sólo que rodee al ventilador para darle estabilidad y protección.


Podemos usar tanto cartón del que podemos encontrar en cajas, que es grueso, aunque está hueco, o bien cartón delgado, del que podemos encontrar en las cajas de camisas, por ejemplo, o incluso en el interior de éstas cuando las compramos. En el ejemplo usaremos una caja de papilla infantil, similar al de las cajas de galletas.



Para hacer la forma básica, podemos poner el mismo ventilador sobre el cartón



Y con el filo de unas tijeras y una regla metálica, marcamos el cartón para facilitar que se doble justo por donde queramos.

También podemos usar una regla para doblar el cartón por la zona marcada. Así sale un doblez perfecto y el cartón no queda combado o deformado.



Para perfeccionar el doblez, podemos pasar las anillas de unas tijeras para aplastarlo un poco y así dejarlo aún más recto.


Volvemos a repetir el proceso hasta lograr los cuatro lados, logrando un tubo de paredes cuadradas o de sección en forma de cuadrado. (Por cierto, ahora que veo las fotos detenidamente, pienso que no estaría mal que cierta marca me diese una gratificación por la publicidad subliminal, jejejejjeje).


Podemos dejar un sobrante que haga de lengüeta. Para cerrar los cuatro lados, para que quede la forma de un tubo de sección cuadrada, usamos cinta de precintar o embalar cajas. También podemos grapar la lengüeta contra el primer lado, de modo que ya tenemos la estructura principal hecha.



Ya solo queda darle la forma a la tobera de salida del aire: con un cúter seccionamos dos lados por la diagonal, o sea por donde se unen dos lados y doblamos el trozo cortado hacia abajo.



Cortamos el sobrante con la inclinación deseada o bien lo plegamos, y volvemos a fijar con cinta de precintar…



Recortamos lo que pueda estorbar a la salida del aire



¡Y ya tenemos el soporte del ventilador hecho!


En este caso, expulsa el aire hacia delante por la parte inferior, pero si dejáis la ranura hacia abajo, arriba…, lo hará en ese sentido.

Como vemos, viene perfecto para mantener nuestro disco duro externo bien refrigerado y que podamos usarlo durante horas sin que se recaliente (foto inicial).


Hacedlo y os sorprenderéis de su eficacia.