martes, 30 de marzo de 2021

Reparar esquina de suelo roto

 

Amig@s: Ya os he mostrado cómo se puede reparar un azulejo al que se le ha roto una esquina. El problema era que esa zona estaba hueca, no tenía cemento o pegamento debajo y al darle un golpe, rompió por ahí.

En este caso ocurre exactamente lo mismo… Pero en el suelo. Se nos ha roto la esquina de una losa. 

Estos suelos están hechos para colocarlos sobre la solería ya existente. 

O bien, para ponerlos sobre una superficie pareja. 

En este caso, lo colocaron con un pegote central de cemento cola, dejando al aire los bordes. 

Evidentemente, habrá que cambiar la losa o todo el suelo y ponerlo en condiciones… 

Pero de momento, vamos a repararlo para salir del paso, ya que no tenemos suficientes losas para cambiarlo todo, ya no hay losas de ese color y tamaño y… 

En el TallerdeCarlos todo tiene arreglo.

Para hacer este trabajo, necesitamos una espátula, una varilla plástica plana en un extremo (en mi caso, un palo de los de las jaulas para pájaros, aunque puede servir el émbolo de una jeringa desechable, por ejemplo), Pegamento termofusible (También llamado silicona caliente), cemento cola o mortero y cemento blanco.

Comenzamos sacando posibles restos que impidan que la pieza pueda extraerse. Ya que, a simple vista, la esquina aparece hundida, pero fija.

 


Aplicamos la pistola de silicona caliente al trozo roto, procurando calentar la pieza más que añadir pegamento. Así logramos que éste pegue mejor. 

Una vez pasado un par de minutos, ya podemos aplicar un poco del adhesivo y enseguida colocar la base plana de la varilla de plástico. 

Dejamos enfriar y vamos moviendo la varilla hasta lograr sacar la pieza adherida a ella.

 

 

Es habitual que en la parte inferior de la pieza rota quede un saliente de la parte inferior de la losa. 

Podemos partir este trocito para facilitar luego la introducción. En mi caso, lo rompí con los dedos. 

Si es un trozo grueso, podéis usar un alicate o tenaza. Cuidado con todas las manipulaciones, pues corremos el riesgo de partir el trozo y aumentar la dificultad.

 

Es interesante limpiar con la espátula restos del viejo lecheado o rejuntado. Así, después nos entrará mejor la pieza al colocarla.

 

 

Podemos rellenar el hueco con cemento cola o mortero no demasiado espeso para facilitar que entre rellenando los huecos que quedan bajo la losa. 

Así evitamos que en futuro se pueda repetir la rotura al lado de la que hemos reparado. 

 

Si la zona rota es lo suficientemente grande, lo suyo es que el mortero sea más bien espeso para que se quede fijo donde queremos. 

Como en mi caso es una esquina pequeña, he optado por empezar vertiendo mortero aguado y después un poco del mismo mortero más espeso para que aguante bien la esquina rota.

 

Es interesante, tras poner el mortero, limpiar los bordes. Así evitamos que la pieza tenga dificultad para ocupar su sitio.

 

 

Metemos la pieza con la misma orientación con la que la sacamos y, si es necesario, podemos dar unos golpecitos suaves con el mismo mango de la espátula para encajarlo a su sitio. 

IMPORTANTE si entra muy fácil es casi preferible dejar la pieza ligeramente sobresalida a que entre más de la cuenta y se quede hundida. 

Además, una vez metida con el cemento, ya costará mucho más sacarla de nuevo para recolocarla.

 

 

Con una esponja húmeda limpiamos todo el mortero.

Ya sólo queda el rejuntado o lecheado. 

Para lo cual preparamos una mezcla de cemento blanco y agua  de forma que quede muy aguado, lechoso. Así penetrará y dará mucha fuerza. 

 

En mi caso, he puesto un poco de café en el agua para dar un poco de color y quede más disimulado.

Tras pasar la espátula con la lechada, podemos poner un poco de cemento blanco algo más espeso si es necesario para tapar algún desportillón o ranura que no lo tape la anterior lechada y dejamos reposar un ratito.

 

Finalmente, pasamos un trapo seco con precaución de no quitar en exceso en las juntas y grietas.

 

 

Como veis, el resultado es expectacular. Hay que fijarse mucho para darse cuenta que hay una esquina rota. Se tarda más en decirlo que en hacerlo… 

El proceso completo puede llevar quince minutos y hemos solucionado ese roto antiestético. 

Si tenéis cualquier duda, con gusto os la solventaré en la sección de comentarios.

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