Restaurar baúl. Parte I: Instalar cerradura.
Amigos:
Hace algún tiempo me encontré tirado en la calle un baúl de moto.
Lo guardé esperando el momento de su restauración, ya que estaba bastante quemado por el sol y le faltaba la cerradura…
Pero hace unos días vi una cerradura tipo buzón muy barata y no me pude resistir. El momento de restaurar el baúl, había llegado por fin. Además, es un baúl de 28litros. Algo más grande que el que uso actualmente, de 25litros, pero sigue siendo compacto.
Como es lógico, tengo que restaurar todo el baúl, pero lo primero es la cerradura. De poco sirve que quede perfecto por fuera, si no tiene cierre y tengo que dejarlo vacío cada vez que aparque la moto.
Examinando el baúl, vemos que queda aún un trozo de cerradura en el hueco.
Probando varias formas, descubrí que empujando hacia el exterior con un destornillador plano, salía fácilmente.
Terminé de sacar la pieza tirando con los dedos y ya quedó listo para probar la nueva cerradura…
Entrar, entraba perfecto, como un guante. Pero había un par de problemas:
la cerradura venía corta.
Eso implicaba que debía ver la forma de fijar la cerradura en el hueco, ya que no podía atornillarla con la tuerca que venía con ella.
Además, el cuadradillo no asomaba, con lo que tampoco se podía fijar el pestillo, al chocar con los bordes de plástico donde introduje la cerradura.
El segundo problema era que al ser una cerradura para buzón, tenía un pestillo simple.
El baúl necesita un pestillo doble, que por un lado trabe la tapa del baúl y por el lado opuesto bloquee el botón de extracción del baúl de su base.
Tras dar muchas vueltas… opté por aserrar parte del cilindro donde se aloja la cerradura, para que quedase parte de la rosca de ésta libre y poder fijarla con su tuerca.
Como el baúl no me costó nada, tampoco perdía nada si lo estropeaba.
Obviamente, si queréis cambiar la cerradura a vuestro baúl, comprad una del tamaño adecuado.
En mi caso, ya os digo, fue un impulso y ni tomé medidas previas antes de la compra.
Lo cierto es que cortando con una segueta de metal lo que sobraba y repasando el corte con una cuchilla y un formón para emparejar, logré no sólo poder atornillar la tuerca dejando la cerradura bien fijada, sino que el cuadradillo donde se acopla y atornilla el pestillo, también sobresaliese; haciéndolo funcional.
Llegados a este punto, tocaba fabricar el pestillo doble. Ya es complicado hacer un pestillo sencillo… ¿Cómo hacer uno doble?. Pues muy fácil… Haciendo un pestillo simple a modo de plantilla, con un material fácil de trabajar. Así, una vez fabricado, podemos pasar las dimensiones al material definitivo y ya tenemos hecho la mitad del trabajo.
Así que usé una chapa blanda de las usadas para fijar cables eléctricos y coaxiales a la pared,
la enderecé y agrandé uno de los orificios centrales para que entrase en el cuadradillo, mitad midiendo y mitad a ojo.
Fui recortando, limando y probando hasta que vi que entraba bien en la zona que tiene que trabar el cierre de la tapa del baúl. Cuando vi que entraba bien, la doblé un poco hasta eliminar holguras.
Llegados a este punto, era hora de buscar un material más resistente para pasar esta plantilla a él y comenzar a hacer el pestillo definitivo.
Encontré una vieja bisagra de hierro.
Bastó cortarle el resalte donde se introduce el pasador para tener una chapa rectangular.
Agrandé con una lima pequeña de sección cuadrada el orificio central hasta que encajase en el cuadradillo de la cerradura
y sólo tuve que colocar el pestillo-plantilla sobre esta pieza para marcar y cortar a la medida.
Iba a hacer lo mismo con la otra parte del pestillo, la que bloquea el pulsador de desmontaje del baúl de su soporte en la moto, pero vi que ya podía trabajar directamente sobre esa pieza, ya que era solo ir marcando lo que sobraba e ir limándolo.
Tuve que montar y desmontar el pestillo un montón de veces para hacer retoques con la lima, pero finalmente, conseguí que el pestillo girase bien, encajase en ambos extremos y la llave se pudiese sacar.
Añadí una arandela Grower sobre la arandela original que va en el tornillo que fija el pestillo al cuadradillo para lograr que no se aflojara con el uso y para darle un poco menos de recorrido de entrada al tornillo, ya que al ser el pestillo original algo más grueso, si se apretaba a tope dejaba la cerradura muy dura y apenas se podía girar la llave. Con la adición de dicha arandela, logré ambos propósitos.
La cerradura va perfecta. La pestaña queda totalmente fija en su sitio, sin holguras. La llave gira sin demasiado roce... Perfecto.
Un par de apreciaciones:
Si tenéis la cerradura original, id con ella a la ferretería para conseguir una lo más parecida posible. Con un poco de suerte, hasta os servirá el pestillo y será montarla sin mayor problema.
Si vuestro problema es haber perdido la llave, podéis desmontar la cerradura, llevarla un sitio donde hagan copias de llaves y pedid que os saquen una llave para esa cerradura. Os costará prácticamente como hacer una copia de la llave, y tendréis el baúl funcional por muy poco dinero.
Yo, al no tener la cerradura original y no haber medido ni llevado el baúl a un sitio especializado, me tocó trabajar. Eso sí, estoy muy satisfecho con el resultado y no me podría haber costado menos dinero. Y la satisfacción de haberlo hecho yo mismo, no tiene precio. Es la mejor recompensa.
En otras entradas os mostraré cómo rejuvenecer el baúl por fuera. Sobre todo, la tapa, que es la que más ha sufrido por el sol.
Espero os sirva.
Un abrazo
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