Construir Casa nido para vencejos
Amig@s:
Ya
hemos hecho varios post sobre vencejos… Es raro el verano que no recogemos algunas crías que han caído prematuramente del nido y les ayudamos a salir
adelante para que puedan volar libres como sus demás congéneres…
También hemos hecho ya varias casita nido
para aves… pero nunca había hecho una casa nido específica para vencejos.
En realidad, estos animales no son demasiado
exigentes: una rendija bajo una teja, un orificio de ventilación que dé al
hueco bajo el tejado, una estructura metálica que tenga zonas huecas de difícil
acceso para los humanos y depredadores…
Pero la restauración de casas antiguas
está poniéndoselo muy difícil a los vencejos. Cada vez tienen menos sitio para
anidar. Se nota incluso que hay muchos menos cada año… Y cada vez más
mosquitos. Vamos a poner nuestro granito de arena y construir algunos nidos.
En este caso va a ser un “dúplex”, pues en un
solo habitáculo haremos dos nidos. También podéis hacerlos triples,
cuádruples….
Es cierto que podéis encontrar nidos económicos
ya fabricados, pero tenía ganas de hacer un poco de bricolaje…
Y he empleado
palés, con lo que no sólo vamos a fabricar algo que ayudará al Medio Ambiente,
sino que aprovecharemos un material de desecho.
En efecto, para este trabajo he usado un par
de tablas de palé, tirafondos, cola blanca, lija y pintura.
Antes de empezar, decir que también me ha
impulsado ver que hay muy pocas páginas y vídeos sobre la construcción casera
de este tipo de nidos… Espero que os anime a hacer alguno. Es realmente sencillo
y económico.
Evidentemente, empezamos haciendo un plano.
La altura que le voy a dar será de unos160mm por la parte de atrás y unos115mm
por la fachada, 400mm de largo y 200mm de ancho. Es muy parecida a ésta.
Yo voy a adaptar un poco el nido a los
materiales que tengo a mano y como las tablas tienen unos 9cm de ancho, he
tenido que bajar un poco la altura de la parte frontal. Si vuestras maderas son
más anchas mejor… la cosa es adaptarnos un poco al material, que no creo que
unos pájaros que anidan en un agujero de una teja se preocupen por un
centímetro más o menos…
Por otra parte, la mayoría de los nidos que
he visto tienen el techo prácticamente horizontal… y como los vencejos llegan a
principios de primavera, puede que la casita tenga que aguantar algún que otro
chaparrón primaveral…
Por eso le voy a hacer un tejado de una sola agua para
ayudar a mantenerlo seco por dentro ¡Y no creo que a ellos les preocupe un poco
de espacio extra!
Tras el diseño, queda empezar a cortar las
tablas.
Son de unos 16mm de grueso, aunque entre ellas hay pequeñas
variaciones. Hay que tenerlo en cuenta a la hora del montaje.
Yo he sacado mi mesa de corte con la sierra
circular acoplada a ella… Aunque es un trabajo que se puede hacer perfectamente
con la sierra de calar o incluso con un serrucho de mano.
En realidad no son
tantos cortes y no es preciso que sean perfectamente derechos.
Aunque, naturalmente,
mejores cortes hacen un acabado final más estético.
Pero, repito, lo principal
es hacer un refugio para los vencejos y ellos no creo que se preocupen de que
esté todo derecho y escuadrado.
Las tablas de la base, el fondo, el frontal y
el tejado son todas del mismo largo. Así es más sencillo y si queremos que
quede más curioso, podemos dejar las más perfectas en el tejado y el frontal y
las más estropeadas para las partes trasera e inferior.
Estamos hablando de maderas
de palé, con frecuencia maltratadas, llenas de agujeros de clavos… Así es más
sencillo que al final quede más bonito.
He cortado tres tablas más pequeñas: dos son
los laterales y otra la que hace de separador ¡No queremos que los vencejos se
peleen por sus pollos! Je, je, je.
La parte trasera será más elevada que la
delantera, para darle inclinación al tejado… así que corto otra tira de madera
cortando una de las tablas longitudinalmente. El trozo sobrante servirá para el
tejado y para la cornisa inferior. Lo veremos a su tiempo.
Para el montaje, voy a usar algo enormemente
sencillo, pero muy fuerte: cola blanca y tirafondos.
Empezamos poniendo cola blanca entre las dos
tablas que harán la base para que se peguen entre ellas y sellen la unión.
No
queremos rendijas. Apretamos estas dos tablas entre sí con unos sargentos para
que la cola blanca haga su trabajo...
Un pequeño problema es que hemos hecho el
tejado inclinado… Pero las maderas de los laterales son rectangulares. No pasa
nada, en un momento hacemos dos piezas en forma de cuña o triángulo rectángulo que
rellenen el hueco que quedaría entre los laterales y el tejado.
Las fijamos con
un clavito que las mantenga en su sitio, pues la cola blanca hace que tienda a
deslizarse una madera sobre la otra…
unos sargentos harán que en unas horas las
dos piezas queden sujetas para siempre.…
Seguimos trabajando: ponemos
la tabla de la base sujeta en la mordaza lateral del banco de trabajo. Untamos cola en
la unión de un lateral con la tabla inferior –todavía con los sargentos- y
sujetamos con un sargento estas dos maderas.
Comprobamos el ángulo y que estén
en su posición. Si es preciso, podemos poner un palito o incluso una de las
mismas tablas para que levante un poco la pieza y logremos un ángulo de 90º
entre las dos maderas –como vemos en la foto-.
Para abrir en su sitio los agujeros guía, Conviene tomar la
medida del grueso de la tabla, y poner la mitad de esta medida en el calibre.
Con la punta del calibre podemos trazar una línea en la tabla superior para que
todos los tornillos queden justo en la mitad de la tabla de abajo –que está de
canto-, sin salirse ni abrirla.
Con una broca fina abrimos unos orificios guía.
Con otra que tenga el grueso de la cabeza del tirafondo hacemos un avellanado
para que las cabezas queden enrasadas con la superficie.
Y ponemos los tirafondos.
En este caso son de 30mm de longitud.
A mí, personalmente, me gusta ponerlos
próximos a los lugares donde presionan los sargentos.
Seguidamente, ponemos los
sargentos en los sitios más separados y pasamos a colocar los tornillos.
Asi logramos
un mejor ajuste. Y tampoco lleva mucho más tiempo. Yo he puesto dos tornillos
por cada madera, o sea, cuatro para unir la base con cada lateral.
Pasamos a la trasera. No tiene más misterio:
vamos poniendo cola, fijando con los sargentos y colocando tirafondos del mismo
modo.
La trasera no va montada en la base, de modo
que podemos atornillar la primera tabla a los laterales y al canto de la base,
quedando muy sólido.
Vamos atornillando tablas hacia arriba. Vemos que con tres
tablas quedaría muy elevado el tejado, de modo que la última la corto
longitudinalmente y pongo sólo una tira, logrando la altura deseada. La pieza
sobrante, podemos colocarla como la primera parte del tejado.
Si tenemos que hacer algún ajuste para que
las piezas encajen bien, podemos dar un repaso con el cepillo de mano.
Es muy
rápido y logramos sin dificultad lograr que las piezas encajen, como ocurre con
la primera pieza del tejado y la trasera, que al tener inclinación, queda una
abertura.
Damos varias pasadas, a ojo, y según veamos que precisa más,
repetimos hasta lograr un buen encaje. Si no os va lo del cepillo, siempre
podréis después rellenar el hueco con masilla o con algún junquillo de madera.
Los agujeros para la entrada de los pájaros
deben ser alargados, pues estas aves suelen entrar a toda velocidad en el nido
y un agujero redondo les dañaría las alas.
Para hacerlo, tomo una sierra de
corona, de las que tienen una base fija y varias coronas de diferente diámetro.
Escojo una de algo más de 30mm (32 ó 33mm).
Para lograr que los orificios salgan
simétricos y a la distancia adecuada, empiezo por tomar las medidas con el
calibre tomando como referencia los bordes laterales y la distancia desde
arriba.
He dejado a propósito una distancia entre los agujeros y la base para
evitar que los pollos se puedan caer accidentalmente.
Basta hacer dos agujeros-guía
con una broca más fina,
perforar con la broca de corona
y después con la sierra
de calar comer lo que sobra.
Un repaso con una lima, elimina aristas y rebabas.
Ponemos también el separador interno. Va
perfectamente… tan ajustado que basta darle unos toques con el martillo de
puntas de nylon para dejarlo en su sitio y ni precisa cola ni clavos… así será
más fácil su limpieza tras la nidada.
Finalmente, colocamos un listón bajo los
agujeros para que pueda servir como soporte para que se agarren.
Como vemos, todo va a base de cola y
tirafondos.
Incluso la tapa.
Conviene que tenga una tapa para abrirla. Para que cuando acabe la temporada podamos limpiar el nido, desinfectarlo y
dejarlo listo para la siguiente temporada…
Iba a ponerle un par de bisagras,
pero pensando… Si dejamos la tapa fijada con un par de tirafondos, estará más
sujeta, dando incluso más robustez al conjunto.
Quedará más sellada, impidiendo
que pueda entrar agua. Y, a fin de cuentas, así no caemos en la tentación de
abrirla para ver los pollos mientras están dentro.
Cuando vayamos a limpiar,
basta retirar dos tirafondos y se abre fácilmente por arriba.
Vemos, por
cierto, que la primera pieza del tejado va fija, de modo que sólo precisaremos
abrir las dos tablas delanteras.
Estas dos tablas están encoladas entre sí como
hicimos con la base. Asi queda más robusto.
Como las maderas de palés tienen muchas
imperfecciones, vamos a quitar lo más visible, como los agujeros de clavos.
Esto facilitará mucho el proceso de pintado.
Además, se hace en diez minutos:
preparamos una masilla con cola blanca y aserrín y en un momento tapamos estos
antiestéticos agujeros.
También podemos rellenar las grietas y aberturas que
haya entre las maderas.
Es conveniente un buen lijado para que no rechupe
demasiada pintura y quede más liso e impermeable… a más trabajo inicial, mejor
acabado y mayor durabilidad.
Antes de pintar, voy a encolar y clavar un
trocito de moldura que me encontré por el taller.
Así el agua que escurra por
el tejado de la casita caerá más alejada de los orificios de entrada.
Simplemente, podría haber hecho el techo un poco más largo, para hacer de
voladizo.
Pero bueno, es simplemente un detalle: se corta a la medida, se pone
cola blanca y tres puntillas que mantendrán la moldura fija mientras seca la
cola.
No había hablado hasta ahora de la pintura…
Se recomienda no poner pegamentos y productos que puedan ser perjudiciales para
los pájaros… Pero si dejamos esta madera tal cual, se empapará en cada lluvia y
durará muy poco. Mientras que unas manos de pintura por el exterior garantizará
su impermeabilidad y durabilidad durante varios años… Mientras no pintemos por
dentro, no creo que sea perjudicial para los pájaros… Eso sí, la pintura ha de
estar perfectamente seca y ventilada para cuando vayamos a colocar la casa
nido.
Por otra parte, podríamos darle muchos
colores y decorarla con motivos alegres… pero Los vencejos son amantes de la
discreción… si le ponemos una casa pintada con el tejado en rojo, las paredes
en azul… y otra pintada entera en color gris, del tono de la pared donde esté
colocada… Seguro que eligen la segunda. Aparte que llamará menos la atención de
los depredadores y en mi zona hay halcones peregrinos, cernícalos y gaviotas (éstas,
en primavera y verano, se convierten en cazadoras de aves).
Justamente para evitar que ocurra una
desgracia en nuestro nido, debemos hacer los agujeros de entrada el tamaño
adecuado. La verdad es que podría haberlos hecho un poco más estrechos, pero
confío que así sea suficiente.
En mi caso, he encontrado un resto de pintura
color tabaco. No es exactamente lo que buscaba, pero vale.
Como ese resto me ha
dado sólo para un par de manos y precisa al menos una o dos más, he recurrido a
otro resto de barniz transparente que tenía por el taller. Como siempre…
pintamos por fuera, pero respetando el interior.
Finalmente, podemos cerrar la tapa con sus
tornillos teniendo la precaución de poner una tira cortada de una bolsa de
plástico o de papel para evitar que si la pintura se ablanda con el calor, deje
pegada la tapa a la casita y después cueste mucho abrirla.
Y pasamos a colocar las fijaciones. Yo iba a
colocar la casita en la pared, mediante tacos y alcayatas, de modo que podríamos
poner unas pletinas fijadas a la casa para que se pueda sujetar.
Se podrían
usar incluso unas bisagras desechadas cortándoles la zona del perno…
Pero
después he pensado en colocarla mejor sobre una reja que hice hace un par de veranos
para evitar que los niños se asomen por el poyete y se puedan caer… vivo a
bastante altura.
Y decidí otro tipo de fijación: una chapa atornillada a la
trasera de la casita y con la forma de la pletina de la reja.
Como tenía un
resto de esta pletina por el taller, me bastó coger el martillo, el tornillo de
mesa y la chapa e ir ajustando hasta lograr la forma deseada.
Encaja
perfectamente y basta levantar la casa nido por delante para desengancharla.
No
obstante, pondré una o dos alcayatas que también fijen la parte trasera a un
barrote de la reja. Esto garantizará que no se mueva con el aire.
En cualquier caso, siempre que podáis, poned
la casita lo más alejada posible de las ventanas, pues la presencia humana
podría ahuyentar los vencejos.
Y nada más… Me estoy planteando muy
seriamente tomar mis cepillos de mano, pulir un poco un par de tablas de palé
para dejarlas perfectamente lisas e igualadas y cortarlas con la sierra de
calar para hacer otra casita con mejor acabado.
Animaos a hacer algún trabajo por el Medio
Ambiente… Es por el beneficio de tod@s... Y os lo pasaréis pipa, jejejejej.