viernes, 14 de enero de 2011

Construir un horno solar casero. Cómo hacer un horno solar. Construcción de horno solar: laterales


HORNO SOLAR PARTE 3. INICIO DE LA CONSTRUCCIÓN



Amig@s: Seguimos avanzando en el horno solar… bueno, diréis que hemos avanzado más bien poco, que ni hemos comenzado a hacerlo… Pero sí es cierto que he aclarado algunos conceptos, he resumido todo el proceso, y os he enseñado cómo he realizado mi diseño, por si queréis hacerlo igual… o diferente.


Ahora ya podemos empezar a ver los materiales que vamos a emplear.


No va a ser un horno muy aparatoso de dimensiones, pero va a ir montado en un lugar fijo y no nos interesa moverlo porque caiga un chaparrón ocasional. Al contrario, queremos que permanezca a la intemperie.

Para esto el cartón queda descartado. Ya os dije que podéis encontrar unos hornos solares facilísimos de construir con cartones…. Pero yo busco algo más sólido.


Pero me gustaría que además de sólido no fuese demasiado pesado. Vamos a colocarlo sobre una barandilla, que aunque es de hierro, no queremos comprometerla poniendo un peso excesivo. A fin de cuentas, tendrá que soportar el peso de los alimentos, la fuerza del viento…


Así que he llegado a la conclusión que podemos realizarla haciendo una estructura de listones gruesos de madera de pino que podemos revestir por dentro y por fuera con paneles de chapón o tablé, entre los que colocaremos el aislante.


Finalmente, podemos darle un acabado externo con pintura de caucho, de la usada para pintar tejados y terrazas.

Es totalmente impermeable y si la diluimos convenientemente, lograremos por una parte evitar que queden feas rayas y goterones y por otro lado, una estanqueidad perfecta y duradera que nos garantizará años y años de uso.


El cristal -doble- voy a colocarlo en un marco y fijar éste con bisagras al cuerpo del horno. Una bisagra tipo piano nos dará una gran resistencia, aunque he optado por poner cinco bisagras convencionales. A fin de cuentas el cristal es bastante pesado y hay que abrirlo y cerrarlo con frecuencia.


Pero no adelantemos trabajo, vamos por partes.


Una aclaración: podemos hacer el horno de forma sencilla y relativamente rápida, o complicárnosla hasta límites insospechados.


Como buen amante del bricolaje y los retos, he elegido la segunda opción, pero no os asustéis, iré dando a lo largo de los pasos la alternativa más sencilla para que no se os haga demasiado pesado.


Como os dije, voy a usar materiales que tengo a mano para realizar este horno solar. Dispongo de una serie de listones de 20X20mm y de 21X21mm. Son delgados para soportar la intemperie y el peso del cristal y los alimentos… Pero podemos unirlos entre sí para lograr una estructura ligera y sólida.


Al ser de distintos gruesos, pero tener que emplearlos todos, tendré que cepillar los de 21X21mm para dejarlos todos en 20X20mm.


Si vosotros disponéis de listones de 35 ó 40mm, os ahorraréis mucho, mucho trabajo.


A mí me encanta trabajar de este modo: busco las maderas que tengo a mi disposición y las cepillo, freso o corto longitudinalmente hasta lograr listones de la medida deseada.


Como siempre digo: os explico cómo lo he hecho yo y que cada uno haga de su capa un sayo. Si compráis listones de 35X35mm o de 40X40mm os ahorraréis tener que estar haciendo empalmes y cepillando. Os ahorraréis, como digo, un montón de trabajo.


Empezamos por pasar la plantilla de los laterales a chapón o tablé:

Una vez realizado el diseño, hay que pasarlo al chapón para recortarlo… ¡Pero no olvidéis añadirle al plano el grueso de los listones y chapones o tablé que usemos para revestirlo!

A fin de cuentas el plano es de la parte interna y hay que sumarle el grueso de estos materiales para obtener las dimensiones externas, a la vez que conservamos las que habíamos elegido para el interior.


No importa demasiado el grueso del chapón o tablé, porque como va a llevar muchas capas de cartón y cola blanca o látex, le dará una gran resistencia.


Una vez cortado cuatro laterales (dos van dentro y dos fuera) de chapón, los ponemos todos juntos, los fijamos con sargentos entre si y los lijamos por el canto para que queden lo más iguales que nos sea posible.


Por muy expertos que seamos con la sierra de calar, siempre habrá pequeñas desviaciones, pequeños errores al pasar el lápiz por el contorno de la plantilla… Así quedará todo uniforme, que es la garantía de que no nos llevaremos una desagradable sorpresa a la hora del montaje.


El siguiente paso es ir cortando los listones.


Vamos a hacer un marco que rodee todo el lateral de chapón menos la zona donde irá el cristal.

En realidad, también podemos poner los listones en esta zona, pero yo he preferido hacerlo en etapas.


El proceso es muy sencillo: vamos cortando con cuidado los listones. Lo más complicado es calcular el ángulo de las piezas pequeñas. Podemos hacerlo a ojo, con un transportador de ángulos o una falsa escuadra usando la misma plantilla.


Yo no me he complicado la vida y he realizado todos los cortes con la sierra de calar. Con el invento que le pusimos, hemos reducido su velocidad y las vibraciones, logrando unos cortes muy limpios y exactos.


De todos modos, siempre es buena cosa dar un ligero repaso con lija al corte. Si vais a cortar así listones gruesos, vigilad que la hoja de la sierra esté bien perpendicular al patín antes de iniciar el corte.

Así será perpendicular y perfecto.


Si no os atrevéis a hacerlo así, podéis usar un serrucho de costilla y una caja de ingletar o bien una sierra ingletadora (más adelante la usaré y entonces os explicaré cómo funciona)



Un truco para hacer buenos cortes con la sierra de calar, es fijar el listón a las mordazas del banco de trabajo sin apretar y de modo que el listón sobresalga ligeramente sobre las mordazas y que el corte quede a tan solo dos o tres milímetros del borde.


Seguidamente con un retal recto de madera, aplastamos el listón por los extremos para enrasarlo al banco de trabajo y ya podemos apretar con firmeza.


El mismo banco hace de apoyo para el patín de la sierra y los cortes saldrán bien perpendiculares y tan rectos como podamos seguir la línea del corte.


Tras realizar cada corte, me gusta coger una lija que tengo montada en un soporte de lija y repaso el corte para corregir cualquier pequeño desvío o las zonas astilladas de los bordes del corte.



Una vez preparados todos los listones, los vamos untando con cola blanca y fijándolos al chapón con pinzas y mordazas.

Cuantos más sargentos pongamos, mejor quedará. Deberíamos dejar las pinzas y mordazas hasta el día siguiente.


Yo como no quería esperar, he puestos todas en una pieza mientras preparaba los listones de la siguiente y cuando ya estuvieron cortados y listos, los he encolado y fijado usando parte de las pinzas y sargentos colocados en la otra pieza, pero dejando algunos en los sitios clave.



Ahora vamos a reforzar un poco este marco:


He colocado un tirafondo que una los dos listones que van en ángulo recto y en el ángulo menor, el de la pieza del borde mayor.



Para reforzar el ángulo mayor, he preparado una pieza con forma de doble cuña. Basta marcarla colocándola sobre la zona a reforzar y rebajar con el cepillo.


Es como hacer una cuña, pero afinada por los dos extremos y más gruesa por el centro. Se prepara en un par de minutos.


Esta pieza podemos encolarla y después fijarla con tirafondos. Así el ángulo quedará muy sólido.


No olvidemos que el chapón es muy frágil, en realidad la fuerza estructural la realizarán los palos. Simplemente los encolamos sobre los chapones porque éstos hacen de guía.


Pero los palos deben quedar muy bien ensamblados entre sí, ya sea con tubillones, tirafondos o con rebajes machihembrados.



Los tirafondos realizan una gran fuerza y son fáciles de poner.

Eso sí, conviene realizar un orificio guía de al menos el diámetro de cuerpo del tornillo -excluyendo la rosca-.


Yo he usado una broca que realiza este agujero con la forma ideal y además hace el avellanado en la superficie de la madera para que encaje la cabeza del tirafondo y no quede sobresalida.



No olvidéis no apretar demasiado o crearéis una tensión excesiva que abrirá las maderas antes o después.


Tras poner esta primera capa de listones, ponemos otra encima, para lograr una altura de 40mm sobre el chapón, con vistas a que tenga las paredes lo suficientemente gruesas y aisladas (obviamente, si usáis de primera hora listones de 35 ó 40mm, podéis saltaros este paso).


Yo he puesto un par de tirafondos en cada tramo uniendo las parejas de listones entre sí y así reforzar el conjunto ¡Pero nunca olvidéis hacer el orificio-guía previo y avellanarlo!


Aprovechamos que no hemos puesto aún los listones que corresponden a la zona del cristal para sacar más fácilmente la plantilla en cartón del interior con vistas a poner el aislante. Esta plantilla facilitará enormemente el trabajo, aunque no sea exacta.



Ahora sí podemos proceder a poner los listones que faltaban para cerrar el contorno del lateral, los que van en el lado del cristal.


Basta cortarlos en ángulo recto de modo que entre encajado pero sin hacer fuerza sobre los otros y encolarlos y fijarlos con sargentos.


Ponemos unos tornillos para reforzar y aprovechamos para poner también los tornillos de las piezas de refuerzo que hicimos, caso que no lo hubiésemos hecho antes.


Ya tenemos los laterales del horno preparados para recibir el aislante. En este caso, he optado por láminas de cartón de embalar, como adelanté antes.


Si queréis ahorraros trabajo, podéis usar otro aislante que resista altas temperaturas (el corcho blanco no nos sirve). Podéis usar lana de roca, pero no olvidéis usar guantes y mascarilla, que este material desprende polvo muy nocivo para los pulmones.


Como ya teníamos los patrones sacados, sólo queda colocarlos sobre una caja de cartón abierta, marcar varios y cortarlos con una regla y un cúter.


Podemos poner el aislante una vez que ya tengamos hecha la estructura principal, o sea, los laterales que estamos preparando unidos entre sí por los largueros –de hecho es lo recomendable-. Así podréis hacer mejor los ensambles. De todos modos, os explico cómo se coloca por si queréis poner el aislante primero.


Para rellenar el hueco hacen falta ocho cartones para cada lado (para el grueso que le he dado yo, si usáis listones de 35mm, evidentemente cabrá menos cantidad de cartones).


El proceso de poner los cartones es muy sencillo: planteamos el cartón que vamos a colocar sobre el lateral para un posible retoque que haya que darle, que podemos hacer en ese momento con un cúter para dejarlo rápidamente preparado.



Con una brocha aplicamos cola blanca algo diluida en agua y ponemos el cartón.



Si quedan huecos entre el borde del cartón y el marco, podemos aplicar cola blanca, ponemos unas tiras de papel de periódico y con la brocha -humedecida en la cola blanca diluida- las dejamos totalmente enrasadas. Sería como la técnica de papel maché.


Tras un par de cartones colocados con cola blanca, sustituyo la cola blanca por látex, ya que también es adhesivo y queda un acabado impermeable y elástico. Su uso es exactamente igual que la cola blanca.



Ponemos siete capas de cartón esmerándonos en tapar cualquier resquicio y la última capa no la ponemos completa, sólo un trozo de cartón en la parte central.


Asi dejamos una capa de aire aislante por los bordes y en el centro, el chapón que pondremos luego por la parte interna del horno, se apoyará en el cartón central, con lo que no se deformará fácilmente.


Un consejo final: si lo hacéis con paciencia y esperáis que la cola seque entre capa y capa,mucho mejor, pues así veremos el resultado final de cada capa con vistas a hacer algún retoque.


y, por otra parte, el secado será más rápido que si ponemos todas las capas de un tirón y, encima, ponemos después la tapa de chapón... Pero no nos adelantemos... Esto ya es materia para el próximo post ¡No os lo perdáis!

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