Reparación de flexo halógeno
Hace tiempo que tengo este pequeño flexo
halógeno.
Me gusta mucho porque tiene unas varillas telescópicas que permiten
que la luz llegue a la distancia que precisemos, así como poder orientarlo
perfectamente.
Consume relativamente poco y da muy buena luz. Cuando no se está
usando, se pliegan las varillas telescópicas, ocupando muy poco sitio.
Para mí, es el elemento indispensable para
usar con mi libro electrónico, aunque también me ha servido en innumerables reparaciones
caseras.
Pero hace unos días, dejó de funcionar. Fue a
consecuencia de un pequeño golpe que se produjo. Es bueno que los perrillos
jueguen… pero a veces pasan estas cosas, je, je, je.
Aparentemente, el flexo está bien, no presenta desperfectos visibles. Pero no se
enciende la luz.
Lo primero que pensé es que la bombilla se
podría haber fundido. Aún conserva instalada la original, de modo que no sería
nada sorprendente que haya terminado su vida útil. Si a vuestro flexo se le ha
fundido la bombilla, este post puede serviros también como guía para sustituirla.
Para esta operación, examinamos la parte
inferior de la zona de la bombilla. Vemos que hay un cristal que tenemos que
retirar para poder acceder a ella.
Para retirarlo, basta aflojar ligeramente los
tres tornillos que el cristal tiene alrededor y desplazar las pestañas que
éstos sujetan.
No es necesario retirar por completo los tornillos, basta media
vuelta para poder apartar las patillas y dejar el cristal suelto.
Una vez retirado éste, podemos sacar la
bombilla tirando de ella. Vemos que tiene dos alambritos que se introducen
directamente en los contactos y queda fijada por presión de éstos.
Pero al sustituir la bombilla, sigue sin
funcionar. Tendremos que profundizar un poco más.
Retiré la carcasa inferior de la base
desatornillando los cuatro tornillos que lleva.
Aunque poco podemos hacer aquí,
salvo mirar que todos los contactos están bien sujetos y no haya ningún cable flojo.
A no ser que veamos algo suelto, lo único que puede fallar aquí es el
transformador… e imagino que ni tiene arreglo (bueno, supongo que sí, pero otra
cosa es que merezca la pena repararlo), ni es rentable sustituirlo, salvo que
nuestro flexo sea realmente una pieza valiosa, que no es el caso.
Así que volvemos a cerrar y volvemos a
comprobar que sigue sin funcionar. A veces un contacto parece estar bien, pero
basta un mínimo movimiento para que vuelva a hacer su función.
Los que no seáis asiduos a mi blog, os
extrañaréis del extraño destornillador que he estado usando, y usaré a lo largo
del post, para retirar y colocar los tornillos…
Es simplemente una de mis multiherramientas,
una Leatherman, más concretamente, la Surge. Por supuesto, podéis usar destornilladores
convencionales, pinzas y/o alicates de punta fina. Yo, como siempre tengo a
mano estas prácticas herramientas, lo hago casi todo con ellas y no tengo ni
que ponerme a rebuscar en mi caja de herramientas.
Ya sólo queda examinar más a fondo la pieza
donde está la bombilla, en la parte superior del flexo.
Agitándola, noto algo que se mueve dentro…
ummmmm, esto ya es otra cosa.
Retiro completamente los tornillos que fijan
el cristal, con cuidado de no perderlos ni tampoco las patillas, que ahora
vemos que son unas arandelas muy alargadas en un borde.
Asimismo, retiro otros dos tornillos que hay
entre los soportes telescópicos.
Ahora todo queda desmontado y vemos claramente los
hilos que van de los soportes al casquillo de la bombilla.
Parecen bien
sujetos,
Pero lo que está flojo es el soporte de la bombilla donde éste se une
al reflector del flexo. Está fijado por dos tornillos con tuerca y se
aprecia que uno está completamente flojo.
Los reapretamos usando los finos alicates de la multiherramienta para sujetar la tuerca mientras atornillamos por el lado opuesto.
Para que quede montado bien (son varias
piezas que tienen que quedar alineadas y con los orificios de los tornillos
también alineados), apunto un par de tornillos de los que sujetaban el cristal,
pero sin ponerles aún las patillas.
Así queda marcada su posición para colocar
los tornillos que hay entre los soportes telescópicos.
Una vez atornillados estos tornillos, podemos
poner ya uno de los que sujetan el cristal con su correspondiente patilla.
Retiramos otro y lo montamos con su patilla y finalmente, el tercero.
Ponemos
la bombilla y el cristal y damos un ligero apriete para que las patillas no se
muevan accidentalmente.
Los finos alicates de mi multiherramienta me permiten
sujetar estas pequeñas piezas a modo de pinzas, pudiendo así colocarlas
fácilmente.
Ahora el flexo funciona perfectamente. Se ve
que los tornillos flojos no permitían hacer contacto y no llegaba la
electricidad a la bombilla.
Aunque es una “reparación” un tanto dudosa,
pues no he reparado nada en realidad, lo cierto es que he logrado que vuelva a
funcionar. Y si tenéis uno de estos flexos y no sabéis cómo sustituir la
bombilla, también os vendrá bien.
Y si deja de funcionar, poco cuesta retirar unos tornillos y reapretar los contactos y demás tornillos. Interiores. Al menos a mí, me ha resultado.
Y si deja de funcionar, poco cuesta retirar unos tornillos y reapretar los contactos y demás tornillos. Interiores. Al menos a mí, me ha resultado.
Ah, y por supuesto, para cualquier operación
que realicéis en el flexo, aunque sea el simple cambio de bombilla, no olvidéis
desenchufarlo antes. Parece tontería pero a veces los accidentes domésticos
ocurren por descuidos así. Trabajemos con tranquilidad y estemos pendientes de
detalles como mantener el flexo desconectado de la corriente.
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