REPARAR
CALENTADOR DE AGUA A GAS
Amig@s:
No tengo demasiadas entradas sobre calentadores de agua de gas… Sin embargo, mi
viejo calentador ha aguantado estoicamente muchos años.
Lo único que le he
hecho en unos doce años, es limpiarle el filtro de la entrada, atorado por la
cal que entonces traía el agua del grifo. Desde que depuraron el agua corriente
para eliminarle la mayor parte de la cal, no ha sido necesario tocarlo…
Es
cierto, que el sistema de encendido piezoeléctrico dejó de funcionar hace
tiempo. Bastaría haberle cambiado esa pieza… pero nos hemos acostumbrado a
encenderlo con cerillas.
Sin
embargo, hace unos días, vimos con estupor que el calentador parecía que iba a
incendiarse o incluso estallar… Los quemadores, que suelen dar una llama recta,
vertical, fina y azul… soltaban una llamarada rojiza, enorme y en todas
direcciones, incluso hacia abajo… Pensé que los días de nuestro calentador
habían llegado a su fin, que ya había que “jubilarlo” y comprar uno nuevo…
Pero
antes, quise desmontarlo y ver si realmente no tenía remedio.
Para
desmontarlo, basta tirar del mando principal para sacarlo.
Seguidamente,
desenroscamos la base de dicho mando y la carcasa queda suspendida de dos
chapitas por la parte trasera superior.
Ojo… en algunos modelos, también hay
que aflojar o retirar un par de tornillos que fijan la carcasa con la chapa
trasera.
En
mi caso, ya digo, basta sacar hacia delante la parte inferior y después
levantar hacia arriba… Y nos queda la carcasa fuera.
Ya
vemos el calentador “desnudo”. Se aprecia un montón de polvo, suciedad, plumas
(por mi zona rondan muchas palomas)… Vamos a terminar de extraerlo para su
limpieza. Ojo, si no está sucio, no es necesario desmontar, luego lo veremos…
NOTA: En muchas fotos, veréis que el calentador se ve impoluto... Es que he tomado la foto tras la limpieza, y al no tener la correspondiente foto del desmontaje, he puesto la del montaje, para que veáis cómo es.
Seguimos:
Para
desmontar el cuerpo del calentador, cortamos la llave de paso del agua Y DEL GAS. Y
aflojamos las tuercas de las tuberías de entrada y salida de agua. Hacemos lo
mismo con la del gas. Ojo… si tenéis un cierre tipo hermeto, probablemente,
tendréis que sustituirlo después. Si se trata de un rácord loco, no perdáis la
junta de cartón –o material similar- que es la que impide que el gas se salga.
Si la podéis sustituir, mejor.
El
tema del gas es MUY DELICADO. Si tenéis cualquier duda, o no sabéis hacerlo…
mejor que lo haga un profesional. No me hago responsable de lo que podáis hacer vosotros con vuestro calentador, o las consecuencias de ello... Me limito a decir cómo lo he he hecho yo.
Y tras esto, ya queda el cuerpo del calentador
fijado a la pared por dos alcayatas. En mi caso, el tubo superior de evacuación de gases impide
alzarlo para desengancharlo… solución: girar media vuelta las alcayatas
y así basta tirar para sacarlo. Con los alicates de mi Leatherman, se hace en un momento, dado que son finos y fuertes.
Nos armamos de un cepillo de púas de alambre
de latón, una brocha y mi fiel Leatherman supertool 300 y procedemos a
desmontar lo necesario…
En realidad, la zona peor y la que es más
necesario limpiar es justamente la de los quemadores, la llama piloto y la zona
de los mandos… vamos atacando la suciedad, que va saliendo rápidamente con el
cepillo metálico y la brocha. Podemos ir dando pasadas con un aspirador doméstico para
ir recogiendo el polvo y la suciedad y que no vayan a parar a sitios aún más
delicados.
Ahora viene la verdadera reparación: el
problema es que los quemadores están obstruidos, con lo que el gas no se mezcla
debidamente con el aire y además, al encontrar obstáculo para salir hacia
arriba, el gas inflamado retorna, saliendo en todas direcciones.
Tenemos que desmontar los quemadores para
limpiarlos.
Esto se puede hacer perfectamente con el
calentador puesto en la pared, sólo retirando la carcasa. A mí me ha venido
bien retirarlo para su limpieza general… Pero si el vuestro está en buen
estado…
Para ello, retiramos primero los dos
tornillos que sujetan al cuerpo de los quemadores el mecanismo de la llama
piloto. Son sólo dos tornillos que retiramos en un momento con nuestra
Leatherman Supertool 300.
Ahora, lo que fija el cuerpo de quemadores al
calentador es la rosca del conducto de entrada del gas.
Nos armamos de una llave inglesa y aflojamos.
Importante “sentir” la fuerza del apriete para después dejarlo así. Y también
muy importante… No perdáis la junta de estanqueidad que hay entre ambas piezas.
Pues bien, ya tenemos en la mano el cuerpo de
quemadores. Ahora tenemos que limpiarlos y desmontarlos para su limpieza
interior.
Podemos quitar “lo más gordo” pasando el
cepillo de alambre sobre toda la parte exterior, haciendo hincapié en los
orificios superiores. Yo he tomado la precaución de cepillar los orficios poniendo
la pieza invertida, para que los orificios queden hacia abajo y la suciedad
caiga al suelo en vez de dentro de los quemadores. Cuidado también que no entre suciedad en el conducto de entrada del gas.
Ahora tenemos que desmontar los quemadores en
sí…
Para ello, retiramos los tornillos que fijan
las dos partes que componen el quemador a la chapa delantera o cuerpo (la que también
soportaba la llama piloto), y que en realidad, es el conducto por donde entra el gas, está hueco. Tras quitar estos 8 tornillos (el central no es
necesario retirarlo), nos quedan por una parte los dos quemadores y por otra el
cuerpo con los chiclés.
Aunque el problema probablemente resida
exclusivamente en los quemadores, no viene mal darle una limpieza a los chiclés
para asegurarnos que tiene el orificio despejado.
Basta ir desatornillándolos,
mirar cada uno al trasluz y soplar por su orificio con fuerza (mejor si tenéis pistola de aire a presión). Aconsejo no intercambiar los chiclés, mejor ir limpiándolos uno a uno.
Nunca se os
ocurra meter un alambre o un clavo para limpiarlos si están obstruidos… En todo
caso, un hilo de cobre muy fino sacado de un trozo de cable de electricidad. Ya
que los chiclés están hechos de material blando y el orficio está calibrado. Si
forzamos el orificio, lo agrandaremos y habremos fastidiado el buen
funcionamiento del calentador.
Ahora viene lo importante: vemos que cada
quemador individual tiene forma como de trompeta… arriba están los orificios por
donde sale el gas inflamado, después hace una curva, se agranda y queda sobre
su correspondiente chiclé. Tenemos que limpiar el conducto.
Yo lo he hecho liando un poco de algodón en
una varilla. Si la varilla es de madera, tipo pincho moruno, mejor. En ese
momento, sólo tenía las varillas aceradas que suelo usar para todo…
Es cuestión de meter la varilla con el
algodón en el extremo, girándolo y extrayendo toda la suciedad. Algunos
orificios tenían hasta telas de araña, en serio.
En un momento, el algodón se me quedó dentro
(de ahí que debiera haber usado un palito). Ningún problema: cogí un trocito de
alambre y con los alicates de mi Leatherman, le hice forma de gancho en la
punta. Lo metí girándolo, y después tiré, sacando limpiamente el algodón.
Tras dar varias pasadas a cada quemador
individual, metí el aspirador con una boquilla especial para rendijas, rincones
y superfices pequeñas.
Si no lo tenéis, basta acoplar un tubo delgado al tubo
del aspirador, fijándolo provisionalmente con cinta americana, por ejemplo.
Con esa boquilla, concentro todo el aspirado
en una pequeña superficie, pudiendo limpiar bien cada “trompeta”. Finalmente,
también paso el aspirador por la parte superior, la de los orificios de los
quemadores.
Sólo queda montar los dos cuerpos de
quemadores. No suele haber problema porque sabemos que los orficios van hacia
arriba y los agujeros de los tornillos deben coincidir. Seguidamente,
introducimos la pieza en el cuerpo del calentador.
En mi caso, tiene un pitorro
trasero que casa con una chapa con una rendija que lo aloja. Sirve para que los
quemadores no queden girados al apretar la tuerca del gas. Y queden así bien
orientados. Hay que fijarse a la hora de colocarlo para que esta pieza encaje.
Una vez metido, colocamos la junta de
estanqueidad y atornillamos la tuerca CON LA MANO. Es importante que entre
derecha y para ello, mejor roscar a mano y dejar la llave para el apriete
final.
No está de más, hacer la prueba del agua
jabonosa para comprobar que no hay fuga de gas.
Repito: el gas es muy peligroso… Si no estáis
seguros, no lo hagáis vosotros. No me hago responsable del uso que hagáis de
este tutorial.
Finalmente, montamos la pieza de la llama
piloto, con sus dos tornillos. Y las tuberías del agua (posiblemente, también
tengáis que cambiar las juntas).
Colocamos la carcasa… y a probar.
Es normal que al principio le cueste encenderse, porque la tubería del gas ha quedado vacía de gas... y llena de aire. A veces, conviene hacer una purga, abriendo ligeramente la tuerca mientras dejamos salir el aire empujado por el gas... Otra cosa que hay que hacer con cierto conocimiento...
Pero, normalmente, basta insistir un poco para que el gas expulse el aire y se encienda.
En mi caso, ha quedado perfecto… Lástima no
haber hecho foto o vídeo del lamentable estado inicial… Espero baste con la
descripción. Ahora las llamas salen finas, azules y bien verticales… Y hasta se
enciende más rápido, al haber limpiado también toda la zona de la llama piloto,
bastante sucia.
Lo siguiente que vamos a hacer es cambiar la
llave de paso que corta la entrada del agua al calentador… Así para otra vez,
no tendré que cortar la llave de paso general… Pero eso es tema de otra entrada. En este caso de vídeo:
https://www.youtube.com/watch?v=Kqtix354Tmg.
https://www.youtube.com/watch?v=Kqtix354Tmg.
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