RESTAURAR ENCIMERA ll. Silicona y montaje

Ya vimos en el post anterior los trabajos previos a la colocación de la silicona en una encimera usada que presentaba cierto deterioro en las juntas y bastante suciedad.
Ahora debemos aplicar la silicona nueva.

Si no tenéis aplicador, más vale que os compréis uno de calidad, o al menos no de los más económicos. Os costará muy poco más y os durará muchísimo tiempo.
Tampoco os vayáis a un modelo eléctrico de los que tienen motor incorporado. Es tontería comprarse ese aparato para usarlo ocasionalmente en casa.

Es muy importante que no quede ni un hueco, por pequeño que sea entre la pared y la encimera, sin silicona. Para ello añadiremos a todo lo largo de la zona de unión de ambas un grueso cordón de silicona.
Podemos hacer que penetre un poco y darle uniformidad pasando un dedo humedecido en agua jabonosa.
No importa que sobresalga un poco porque todo quedará oculto bajo el embellecedor.
Ahora toca colocar el soporte, con la silicona todavía fresca para que se amolde a éste.
Tiene dos juntas de estanqueidad: una en la parte superior y otra en la inferior.
Debemos atornillar este soporte a la encimera presionando ligeramente hacia la pared y la encimera para que quede bien pegada a ambos.
Podemos fijarnos en las juntas para que tengan un aspecto similar, pues si apretamos más por un sitio que por otro, esta junta aparecerá al final más sobresalida y lo suyo es que quede uniforme.
Gracias a estas juntas, el embellecedor quedará perfectamente recto, con buen aspecto estético, a pesar de estar la encimera ligeramente deformada por algunos sitios.

Podemos poner los tornillos al lado de los orificios antiguos, ya que éstos están demasiado abiertos porque saqué la junta a la fuerza.
Pero poniéndolos al lado y tapando los orificios antiguos con silicona, quedará perfecto.

Y ya solo queda colocar el embellecedor, que va metido a presión en las pestañas del soporte de arriba hacia abajo.
Finalmente, fijamos el remate de la esquina con pegamento para plásticos rígidos o también con pegamento de cianocrilato, que es el que usaron los montadores en su día.
Pero previamente, rascaremos todo el pegamento viejo para mejorar la adherencia.
Si la deformación que ha sufrido la encimera ha sido leve, podremos seguir usando la encimera muchos años más… si no, sólo podremos apurarla un tiempo.

También aplicaremos una ligera capa de silicona entre las uniones de la hornilla y el fregadero con la encimera.
Si os salís, podéis usar una servilleta de papel seca para retirar inmediatamente los restos de silicona.

Tras poner la silicona en el borde, pasamos un dedo humedecido en agua jabonosa para que penetre y quede uniforme por fuera.
Es importante que os limpiéis cada cierto tiempo el dedo en una servilleta para que no se acumule demasiada silicona y se esparza por los lados, ensuciándolo todo.
En vista que la encimera ya presenta cierto deterioro y que es totalmente imprescindible que no entre absolutamente nada de humedad, repaso igualmente las juntas de estanqueidad del copete con silicona.
Si lo hacemos con cuidado, quedará prácticamente invisible y sin embargo tendrá una protección extra.
Así queda asegurado que apenas se colará el agua en lugares donde las juntas están algo más separadas, como en las llagas de azulejos.
El trabajo es laborioso, sobre todo el retirar la silicona vieja y limpiar, que lo hicimos en el post anterior.
El colocar la silicona es más rápido y agradecido.
En cualquier caso, si aprovecháis una tarde de sábado, fría y lluviosa para hacerlo, estaréis entretenidos, haréis algo de provecho y ahorraréis mucho dinero, pues el arreglo sólo nos ha costado un par de euros de la silicona y nos hemos ahorrado el cambiar toda la encimera en poco tiempo.
Más información: Gratiszona.com .
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