miércoles, 9 de septiembre de 2009

Adaptar lámpara para bombillas de bajo consumo. Poner bombillas de bajo consumo en lámpara antigua. Bombillas de bajo consumo.

ADAPTAR LÁMPARA DE TECHO A BOMBILLAS DE BAJO CONSUMO



Las bombillas de bajo consumo están empezando a hacer furor y no es por casualidad: duran mucho más que las normales, dan mucha luz y gastan poquísima electricidad.

Además, su precio está empezando a ser razonable. Antes casi no merecían la pena por el costo de adquirirlas. Pero en la actualidad, se pueden comprar por poco más de lo que cuesta una bombilla convencional.



Pero no todas las lámparas están adaptadas a este tipo de bombillas. En mi caso, hace mucho tiempo que instalé en el salón bombillas de bajo consumo, pero me encontré que una tenía el casquillo pequeño y la otra era tan larga que se salía literalmente del plafón.


Ahora, tras arreglar y pintar el techo, voy a sustituir la bombilla pequeña que se ha gastado y voy a poner otra de casquillo normal. Pero voy a dejar la larga, todavía en buen uso.

Así que os explicaré más o menos el proceso para que podáis adaptar a vuestra lámpara cualquier bombilla.



Como no encuentro el casquillo original que sustituí, voy a poner otro. El plafón con su cristal no permite distinguir si son iguales o no.


En este caso, el plafón presenta infinidad de orificios que imagino que servirán para adaptarle diferentes tipos de casquillos o bases de bombilla, o para introducir el cable eléctrico por el que nos resulte más practicable. Vamos a aprovecharnos de esta circunstancia para poder mover los casquillos al lugar deseado.

Si vuestra base de plafón no dispone de tantos orificios, siempre podréis hacerlos con una broca para metal y el taladro o destornillador eléctrico.



El casquillo que voy a poner nuevo, presenta una pestaña metálica con un tornillo que podemos fijar en algún orificio que nos venga bien. Hemos buscado el sitio de modo que haya también un par de orificios en la base del casquillo. Así podemos pasar un alambre y asegurar así la posición del casquillo, que sólo con el tornillo quedaba muy inclinado hacia afuera y la bombilla hubiera chocado con el cristal del embellecedor del plafón.


Para el otro casquillo, el original, no disponemos de tornillo. Por otra parte, lo usaremos con la bombilla larga y de todos modos no hay ningún orificio que nos dé juego. Si disponéis de casquillos de este tipo, para liberarlos basta apretar la pestaña que los fija a la base del plafón.

Así que apretamos la pestaña y liberamos el casquillo. Lo posicionamos en el lugar adecuado de modo que tenga un par de orificios (da igual la forma o el tamaño de éstos) a cada lado del casquillo.



Introducimos un alambre delgado por estos orificios y enroscamos los extremos sobre el casquillo, al igual que hicimos con el otro.


El resultado es que hemos logrado fijarlo en el sitio adecuado. Si vemos que el casquillo no queda derecho y la bombilla va a quedar muy salida o inclinada, podemos calzar el casquillo, metiendo un trocito de madera entre el casquillo y la base del plafón, para lograr la orientación correcta.



Una vez colocados ambos casquillos, manipulamos los cables para que queden disimulados y no se vean cuando encendamos las bombillas.



Puede que os parezca este post un poco “chapucero” Pero os aseguro que queda perfecto, siempre y cuando le demos la tensión adecuada al alambre. Y como el plafón se va a quedar fijo en el techo, no se moverá de su sitio. Solo cuando tengáis que manipularlo para sustituir la bombilla por ejemplo, puede que tengáis que orientar el casquillo de nuevo si se ha movido.



Tened la precaución que el alambre no toque ninguna parte metálica del casquillo, la bombilla ni los cables eléctricos. También podéis usar cable de electricidad rígido, o sea de un solo filamento de cobre revestido en vez del alambre y aprovechar su revestimiento aislante para evitar que haga algún contacto indeseado.



Eso sí, deciros que si queréis que os duren mucho tiempo las bombillas de bajo consumo, debéis montarlas en un lugar donde no se estén encendiendo y apagando con frecuencia. El salón es la estancia perfecta para este tipo de bombillas porque de noche va a estar la luz siempre encendida mientras estemos en él. En un cuarto de baño, por ejemplo, quizá no resultara rentable a no ser que la dejásemos encendida.


Y en el próximo post montaremos el plafón en el techo ¡No os lo perdáis!


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2 comentarios:

  1. Un trabajo excelente el que realizas en tu blog. Te felicito.

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  2. Muchas gracias. Me alegro que mi blog te guste y te sirva de ayuda.

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