jueves, 12 de marzo de 2009

Cómo fijar piezas pequeñas


Tornillos de mesa



Esta es otra herramienta de gran importancia en el bricolaje. El tornillo de mesa es un aparato que se fija a la mesa de trabajo y sirve para coger objetos con gran firmeza. Incluso a veces objetos pequeños como podría serlo un clavo o un tornillo. Suelen tener el cuerpo de hierro fundido y los bordes de las mordazas, la manivela y la tuerca de apriete en acero.



Los hay de muchos tamaños y de varios modelos. Yo recomendaría uno mediano/pequeño como el azul de la foto, que se caracteriza por poder fijarse la base con un tornillo, que trae incorporado, a la mesa o banco de trabajo. Otra peculiaridad que tiene es que la parte superior puede rotar 360º respecto a la base, con lo que podemos ponerlo en la posición que nos resulte más cómoda para trabajar. Para bloquear el giro, basta accionar una palanca que tiene al lado.



Otros son fijos, como el negro pequeño de la foto. Suelen ser más resistentes al estar hechos de una pieza, aunque tienen menos posibilidades que los giratorios.



Finalmente, el grandullón de la familia: el azul grande. Está diseñado para ser anclado al banco de trabajo mediante gruesos tornillos. Aunque como yo dispongo de un banco de trabajo que uso para muchas tareas diferentes, lo he fijado a una madera. Cuando quiero usarlo, fijo la madera al banco de trabajo con un par de sargentos, dejándolo perfectamente fijado. También puede rotarse 360º respecto a la base, pero al ser de una envergadura muy superior al anterior, dispone de un doble sistema de bloqueo: uno a cada lado, para garantizar que no se mueva con las vibraciones.

Cada uno tiene su función y todos los utilizo con frecuencia. Sin embargo, tengo especial aprecio al mediano, por ser el primero que compré y además, el más versátil. Y doy fe que es muy resistente (por cierto, me costó unos 6€ hace unos quince años, nada caro para el servicio que me presta).

El grande es quizá demasiado aparatoso para tenerlo en casa si no disponemos de un lugar fijo para el bricolaje. Además, es pesado y no está diseñado para estar moviéndolo de un lado a otro.

A la hora de escoger uno, hemos de fijarnos en los detalles que he mencionado. No es preciso que sea muy caro, aunque debe ser sólido y no tener juego libre entre las mordazas. O sea, que si tratamos de moverlas en sentido contrario una de otra, no deben tener ninguna holgura. Asi siempre encajarán los dos labios de la mordaza y permitirán trabajos precisos.



Hay otros modelos, aunque este tipo es el más común. Otros están diseñados entre otras cosas para fijarlos en las torres de los taladros, que son un accesorio sobre el que se monta el taladro para hacer orificios en serie perfectamente perpendiculares y precisos. Para fijar la pieza a la base de la torre, se usan estos tornillos, aunque también pueden ser montados aparte. el que vemos en la foto tiene un accesorio para poder fijarlo también al banco de trabajo. tiene las mordazas de material plástico para asir piezas delicadas, como el plástico o el aluminio, que con las mordazas de acero se arañarían o deformarían.

Prácticamente, no precisan mantenimiento, salvo conservarlos limpios, engrasar muy de tarde en tarde el tornillo que cierra las mordazas, y evitar deteriorarlos con el uso, por ejemplo al usar una lima, para un objeto pequeño que queramos repasar, deberemos evitar que la lima roce el tornillo, pues se llevaría la pintura y podría oxidarse, aparte de afearlo.

en definitiva: una herramienta interesante, sencilla y muy útil en cualquier taller o casa de bricolador.

De modo que cuando preciséis de una sujeción firme, ya sabéis que disponéis de esta interesante herramienta.

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Carlos


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